ESTÉTICA
GRUPO 401210 - 4
APREHENDIENTE
VIVIANA BEDOYA FRANCO Cód. 24713474
TRABAJO COLABORATIVO TRES
TUTOR
CESAR
OSWALDO IBARRA
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA - UNAD-
Noviembre 14 de 2011
Conflicto medio-ambiental en la comunidad de Berlín (Samaná,
Caldas) por la explotación del Uranio: “Berlín, del olvido
al interés”
a)
Descripción del caso
Berlín, es una pequeña población ubicada
en el Alto Oriente del departamento Caldas, rodeada de inmensas montañas y
humedecida por la cantidad de sus aguas. Es un punto de paso obligado para sus
comunidades vecinas (corregimientos de San Diego, Florencia), que también hacen
parte del municipio de Samanà (Caldas).
Su ubicación la había convertido
en un centro estratégico, no sólo para bien sino para mal, al tener que
soportar durante varios años, la marca imborrable del conflicto armado entre la
guerrilla y el paramilitarismo que terminó por diezmar notablemente sus
habitantes.
De repente, el tranquilo caserío
comienza a ser visitado por empresas extranjeras que sugerían la posibilidad de
progreso para la población y es cuando se emite la noticia que en territorio
rural del corregimiento se esconde un extraño tesoro radioactivo: el Uranio.
Bien es sabido que este material en
todos sus estados: natural, enriquecido y empobrecido, tienen los mismos
efectos químicos en el cuerpo al ser un material tóxico, radioactivo. Si
bien es cierto que este mineral bajo
tierra posee bajos niveles de radioactividad, al abrir el yacimiento se produce
la desintegración espontánea produciendo a corto y largo plazo serias
dificultades en la salud de las personas; el problema radica en que todas las explotaciones a cielo abierto son altamente contaminantes,
además de los efectos ambientales y sociales que son irreversibles
Este inesperado interés por nuestra
comunidad y las “personas que la habitan”, tiene una cara oculta, que se
descubrirá paulatinamente cuando se hable más abiertamente de los estudios de viabilidad para la
explotación de Uranio y los posibles
discursos en nombre del desarrollo. La comunidad hasta el presente sabe poco
del tema y sus implicaciones, y seguramente no lo sabrá en profundidad porque
se verán reemplazadas por las promesas paradisíacas de bienestar, estabilidad
económica y desarrollo social, lo que significa de alguna manera para la
población un cambio en su cultura de la búsqueda del jornal diario por
condiciones mínimas de empleo y vinculación de sus familias a la seguridad social.
También es bien claro que la solución a
un problema estructural como es el que plantea la explotación de este mineral
no está en los programas de ayuda de emergencia, aunque se continúe empleando
mucho, pero mucho dinero, en estas intervenciones masivas, la mayoría de ellas
basadas en estudios llevados a cabo por personas que nunca encontrarán tiempo
ni para tomar un café con un campesino y escuchar que piensa del tema. Serán
otros, los que formularán los programas y tomarán las decisiones finales,
también serán otros los que den la
licencia ambiental para su explotación, porque hoy para cualquier proyecto
macro lo importante es cumplir simplemente con requerimientos básicos (firmas
de la comunidad, refrigerios, almuerzos, eventos de socialización, carteleras
etc.) nuestras comunidades no están preparadas para enfrentar el desarrollo
económico entre comillas propuesto por una oferta de empleo y a lo mejor de
regalías que de ninguna manera mitigará el impacto no solo ambiental si no
sociocultural que trae consigo proyectos multinacionales cuya prioridad no es
la preocupación por el territorio y su
gente.
Del otro lado, parece que tampoco el
desarrollo a largo plazo, aún basado en un estudio escrupuloso del territorio y
de sus características propias con tiempos de implementación adecuados, pueda
servir de algo en el contexto específico de comunidades como las nuestras que
más que alejadas del concepto de desarrollo lo concebirán de una forma
diferente empezando por su cultura asistencialista y paternalista ya instalada.
Todavía estamos muy lejos de alcanzar
resultados que aporten beneficios mayores que las pérdidas queriendo convertir
un mundo sub-desarrollado en uno diversamente desarrollado en poco tiempo
insertados de forma obligada en una transferencia cultural para lo que no
estamos preparados.
Cuanto más se interactúa con este
territorio, más es el convencimiento de que la solución no tiene que llegar
desde fuera, ya sean programas de emergencia o de desarrollo, pero que sean
priorizados e interiorizados por quienes tienen que vivir de frente ilusiones
de desarrollo momentáneas pero con graves e irreversibles daños comunitarios.
Los territorios necesitan engendrar las
condiciones necesarias para activar un crecimiento de todos los sectores
humanos y hasta que estemos nosotros aquí, proporcionando ayuda fácil,
solucionando problemas locales con soluciones globales no le apuntaremos a un
desarrollo humano integral y permanente, sino que se fortalecerá la dependencia,
se justificarán inhabilidades, se perpetuarán ineptitudes, se entrenarán nuevos mendigos generacionales.
b)
El proyecto de
explotación del Uranio, la comunidad de Berlín – Caldas, en nombre del Desarrollo
-
Si entendemos por desarrollo no sólo un tema de índole económico,
tecnocrático y jerárquico sino un mecanismo de participación, empoderamiento,
inclusión este proyecto debería tener en cuenta otras dimensiones como lo cultural,
lo social y lo político. Y lo más seguro es que estos aspectos quedarán marginados
pues, el interés económico, privilegia las apuestas según la mayor generación de
recursos.
-
¿Cuál es la noción de bien que predomina para estos agentes? ¿el
utilitario que se orienta por la eficacia? ¿el universal que desconoce las
particularidades?, ¿o el bien de la persona, que le reconoce como sujeto de
derechos, y defiende el respeto, la libertad y
la inclusión?
Detrás de una idea de desarrollo
se encuentra una opción ética en cuanto toca directa e indirectamente lo
humano. No se trata sólo de principios de orden académico sino que en último término se encarna en un
conjunto de prácticas, de actos que nunca son neutrales e indiferentes
produciendo siempre un efecto. Nos preocupan los valores subyacentes que se
proponen bajo la idea de desarrollo, propuesto con el interés de la explotación
de Uranio. Nuestra gente pensará: que desarrollo es ¿tener más dinero?, ¿tener trabajo temporal?, ¿mejoramiento
de las vías?, ¿seguridad militar? Igualmente nos inquieta, qué valores
regionales, que ideas cambiarán.
-
Algunos principios que
están bajo la idea de desarrollo, descuidan las
particularidades colectivas e individuales de la comunidad, además en
función de asegurar la atención a las necesidades materiales, olvida otras de
orden inmaterial como la seguridad, la paz, la inclusión.
-
Es ilusorio el sueño de la paz y la abundancia en el “presente”
que no tienen estabilidad a largo plazo.
Este proyecto sino apunta a un “mejoramiento sostenible del nivel de vida”,
terminará por generar nuevas dependencias
e imposibilita un proceso endógeno, donde sea la propia comunidad la que
construya su presente y asegure su futuro.
-
Las ganancias como fruto de la explotación del Uranio, en su mayoría irán fuera evidenciando una
distribución inequitativa de los ingresos.
-
Un grave daño tiene que ver con el desequilibrio ecológico de la
región tanto por la explotación directa en las tierras, como por el deterioro de
la fauna y flora, la contaminación de las aguas y la instalación de campamentos
y casinos que implican la producción de residuos y la contaminación de aguas.
-
Serán evidentes los daños secundarios en torno a la salud humana, por
la manipulación de minerales tóxicos, que implican la exposición a cielo
abierto además del contacto directo de los obreros durante el proceso de
explotación.
-
Durante el desarrollo del proyecto en Berlín, se debería evitar la
dominación simbólica, propiciando la participación activa de los individuos y colectivos de la comunidad en los diversos
procesos de investigación, diagnóstico, intervención y conclusión del proyecto.
Esto evita, igualmente, nuevas encarnaciones de colonialismo intelectual y hace
valer las identidades culturales, la riqueza de saberes, los valores que
sostienen el comportamiento y la capacidad de decisión y agencia del propio
desarrollo de los miembros de la comunidad.
-
Con este proyecto se corre el peligro de fraccionar la comunidad
creando nuevas desigualdades, debilitando el ya frágil tejido social y ocasionando nuevas formas de exclusión y dominio.
-
Los actores deben reconocer previamente las consecuencias reales
de sus acciones y darlas a conocer a la comunidad y no sólo enfatizar en lo
positivo camuflando intencionalmente los aspectos negativos y tantas veces
irreversibles de una acción con daño en pro del desarrollo.
Consideramos que estos
daños mencionados serán los principales como fruto de la explotación del Uranio
en la comunidad de Berlín, sin desconocer algunas ventajas temporales como la
adecuación de las vías, las regalías, la reactivación de la economía y la
producción del empleo.
El llamado a partir de los
proyectos de desarrollo económico es para las comunidades, organizaciones,
colectivos e individuos para que se interesen en buscar la articulación promover
espacios de lucha común, respetando las diferencias e intereses que influyen dentro
y fuera del territorio, ya que solo por medio de la articulación desde la
comunidad se puede reflexionar sobre la importancia cultural, histórica,
simbólica y ecológica que tiene el territorio, los cuales configuran la
identidad de pueblos, propiciando así la incidencia y eliminando la
indiferencia y la desinformación que aniquila la fortaleza e integración
comunitaria.
Señorita, felicitaciones por éste trabajo escrito. que buena manera de escribir, me encantaría participar en algún foro o en algún grupo que tengas respecto a éste trabajo.
ResponderEliminaratt:
Diego Duque Toro
Estudiante de Ingeniería Sanitaria
Universidad de Antioquia
Norcasia-Caldas